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Cualquier perro del planeta, se muere por perseguir cualquier tipo de pelota. Una persecución que se hace mucho más intensa, si la bola que le lanzamos es una pelota de tenis. ¿Por qué les gustan tanto este tipo de pelotas? Porque están, la mayoría, lo suficientemente blanditas para que puedan agarrarlas con su boca y tienen una superficie que impide que se les caigan o se les resbalen.
Si tu perro es uno de esos que mueren por una pelota de tenis, cuando vea llegar ésta a casa, explotará de felicidad. Es enorme, sí y salvo que sea de una de esas razas gigantes no podrá abarcarla con su boca, pero… ¿quién necesita tener nada más? Haz feliz a tu perro con ella, juega como si se tratara de un balón al que puede golpear y cuando se canse de jugar, podrá utilizarla como ese lugar ideal en el que apoyar la cabeza durante una de sus numerosas siestas.
–Tamaño: 24cm
–Peso: 281 g